Seguramente mucho se va a hablar del tema, será la portada de todos los diarios y el tema de conversación de muchos programas deportivos, sin embargo, queremos que se entere de algo que no todos los medios lo van a decir, los mil goles de Romario parecen ser menos de los que la gente en Brasil piensa.
La pasión del fútbol, sin duda, es el gol. Cada vez que hacemos uno, nos llenamos de alegría y de satisfacción, pero hacer mil, eso ya es otra historia. Romario es uno de los pocos delanteros que ha logrado llegar a esa cifra, Eusebio, Gerd Müller y Pelé también lo acompañan en la lista. Sin embargo, parece que los goles que sumó “el Chapulín” para llegar a los mil, son una verdadera suma de tantos hechos en su historia y no en su carrera profesional, como se supone deberían ser tenidos en cuenta.
Hace poco, varios especialistas en fútbol decían que para Romario y para el fútbol, era un honor llegar a las mil anotaciones. Pero también hubo otros que así como idolatraban la idea, aseguraron que el delantero era un time, que no sumaba los supuestos 999 goles que llevaba hasta este domingo (10 de mayo 2007). Lo cual causó un gran debate entre los que estamos rodeados por el fútbol.
La manzana en discordia eran los goles que hizo el "Chapulín", ya sean validos o no, era cuestión de cada quién confirmarlo o no. No obstante en el mismo Web Site del jugador brasilero, en su historial de goles, están claramente detalladas las anotaciones. En ella se ven los tantos que marcó cuando tenia 13 años y aún no era profesional, estando en las categorías infantil, juvenil y júnior donde llegó a marcar casi 70 goles.
Otros goles que fueron tenidos en cuenta por Romario fueron los convertidos en partidos de beneficencia y de exhibición, como en el homenaje a Luisinho, donde hizo cuatro; además a selecciones de provincias de Brasil como Amazonas, San Mathews, Río das Flores, entre otras, donde gritó cerca de 15 goles.
Otros que fueron tenidos en cuenta en el historial, fueron los que convirtió hace dos años, en un partido de veteranos entre México y el país del "jogo bonito" en donde hizo tres de los cuatro con los que los brasileros salieron victoriosos.
Teniendo en cuenta lo anterior y dejando en claro que los 1000 goles de Romario de Zouza Faria parecen ser una vil estrategia publicitaria, o una gran mentira, grandes figuras del fútbol mundial cuyas anotaciones se tomaron en cuenta sólo en su carrera como profesionales, hubieran sobrepasado la barrera de los mil goles. Di Stefanno, Puskas, el austriaco Josep Bican, que por allá en los años 30, hizo cerca de 800 solo en partidos con clubes profesionales.
La historia los ha hecho grandes, pero pudieron ser más si hubieran pasado de los mil. Sin embargo, El Chapulín, con sus 164 centímetros de estatura, sus increíbles gambetas y sus impresionantes amagues, parece que convirtió el gol más importante de su vida, no el mil precisamente, sino hacer creer a gran parte del planeta la validez de sus tantos.
O si no, contemos todos nuestros goles en los partidos del barrio, a la salida del colegio, entre los amigos que sin importar el resultado comíamos asado y tomábamos cerveza. Hay algo claro acá y es que tanto los goles, como el montaje que desde el 25 de marzo pasado se tiene preparado en el Maracaná para que este "pequeñín" delantero pudiera festejar a lo grande, llamó la atención de toda la prensa deportiva mundial y la de todos los aficionados al fútbol, pues que alguien convierta esa cantidad no es algo que pase todos los días. No obstante ya lo celebró, ya quedó grabado en la historia y en la memoria de los hinchas del Vasco da Gamma, su equipo, pero siempre quedará la duda de la manera en que se contabilizaron las anotaciones.
Los invitamos a que hagan un recuento de sus goles, desde los que le hacían a sus papás con el primer balón que le dieron en navidad, hasta los que le hacía a sus amigos al salir de clase, de pronto resultan con más de mil y se merecen un impresionante reconocimiento, como el que le espera a Romario de aquí en adelante en todos los partidos que juegue.