Otra vez será



Hace una semana, 40 millones de colombianos, daban por segundo finalista al Deportivo Cúcuta. Nadie se daba cuenta que el equipo del modesto Jorgue Luis Bernal tenía que ir a La Bombonera y defender un 3-1 que para sus jugadores y para él, era un gran resultado.


Por otro lado, Boca venía de perder una gran oportunidad en el campeonato y sólo se concentró en la semana para jugar ese partido. Los hinchas tenían confianza en su equipo; pero la otra mitad menos uno de los argentinos, confiaba plenamente en las capacidades de los jugadores "Motilones".


Cúcuta llegó a Buenos Aires y para toda la prensa argentina, fue un hecho muy importante: en Fox Sports y TyC Sportrs, sólo se veían entrevistas desde la concentración de los colombianos. Su técnico fue invitado a muchos programas, pero en uno cometió el primer error, que nunca puede cometer un técnico en una instancia tan importante. Por eso dije modesto arriba, ya que le dijo a la prensa: "A Boca le vamos a ganar en La Bombonera".


El partido iba a comenzar, pero una espesa niebla hacía que esto fuera imposible. Acá, es donde Jorge Luis Bernal comete su segundo error y a un periodista que estaba dentro de la cancha le dice: "Nosotros tenemos que jugar si o si, nos espera la semifinal del torneo local; el partido no se puede suspender".


Finalmente se jugó, Boca ganó 3-0 y para los que estuvimos en la cancha, sabemos que el arbitro no pecó y no cometió ningún error. Pero para el señor Bernal: "El arbitro fue un desastre, le faltó un poco de fuerza para pitar unas cosas claras".


Con esto se demuestra que nosotros los colombianos no sabemos perder y siempre queremos echarle la culpa a factores externos que no tienen nada que ver. Jugadores y periodistas colombianos se quejaron sobre la determinación de jugar en medio de la niebla, pero si devuelven el cassette, su técnico le dijo a los delegado de la Confederación Sudamericana que el partido lo tenían que jugar si o si.


Yo no quiero defender a Boca Juniors, pero para mi el equipo "Motilón" hizo todo mal desde que llegó a Buenos Aires hasta que se fue. Cuando terminó el partido se quejaron de una ayuda al local, pero ellos no recuerdan que Los Xeneizes también la pasaron mal en Cúcuta: tuvieron que jugar con 26 grados y con una humedad de 99 por ciento. Sin contar que al plantel argentino no lo dejaron dormir en toda la noche, producto de unos imbéciles que con música y pólvora hacían que fuera imposible dormir.


Ahora, como perdieron, se quejaron de todo...No estuvieron de acuerdo con la determinación del arbitro uruguayo en dejar que siguiera el partido en el segundo tiempo. Pero el Cúcuta, como muchos equipos que vienen a La Bombonera, tuvo miedo: sus jugadores estaban nerviosos y prueba de esto fue las 4 amarillas que recibieron en el primer tiempo y un sin número de impresisiones que tenía su defensa y el medio campo.


El equipo en el que todo Colombia tenía fe, volvió a defraudar y de que forma. Pero eso, es para esas personas que se hacen hinchas de un equipo por lástima o por que "Es Colombia y tenemos que apoyarlo". Eso se tiene que acabar, el Once Caldas fue igual y ahora nadie es hincha de este equipo.


Periodistas que llevan más de 20 años de profesión, que han visto la evolución y los fracasos de nuestro fútbol, siguen culpando a todo el mundo cuando algo no sale como ellos esperan. Los diarios de nuestro país sólo hablaban barbaridades del partido, pero ninguno aceptó que Boca ganó limpiamente y que un partido así, es una costumbre para un grupo de jugadores que lo ha ganado todo y que ante la adversidad se crece.


Las reflexiones son muchas, esto nos demuestra una vez más, que no debemos agrandarnos y más cuando adelante tenemos equipos con jerarquía y experiencia en un torneo en el que nosotros solo hemos ganado dos veces y siempre hemos sido segundos o el hazme reir de todo un continente.


Aceptemos cuando un equipo nos gana jugando mejor que nosotros. No seamos llorones y aprendamos de los errores para no volver a caer en ese fanatismo repentino que cada año invade a nuestro país y que es el pionero de un sin número de fracasos en este deporte que cada vez demuestra ser más incierto.