Ojeda aguantó y tiene prioridad


La vuelta de Juan Pablo Carrizo al arco de River Plate generó todo tipo de interrogantes para el plantel, el director técnico, la hinchada y hasta para el mismo presidente del club millonario quien está de alguna manera ‘obligado’, obviamente por cuestiones de dinero, a darle minutos al portero que por problemas de documentación tuvo que volver al club de donde partió como figura pero que también abandonó en un momento crítico en medio de declaraciones donde siempre afirmaba no querer irse de la institución sin ser campeón.

Ahora uno de los puestos que más interrogantes generaba a mitad de semestre y que incluso motivó la llegada de Daniel Vega, ex arquero del descendido Nueva Chicago, ya tiene un dueño que con el paso de los partidos parece reafirmarse en él y que a punta de esfuerzo y mucho trabajo –sin decir en ningún momento que no le falten algunas cosas para darle completa seguridad a este difícil puesto- se ha ganado la confianza de Daniel Pasarella y el cariño de una hinchada por momentos muy desagradecida.

Juan Marcelo Ojeda llega a River para comienzos de 2007 proveniente del club Rosario Central después de una tediosa y desgastante negociación en la que hasta tuvo que intervenir el poder judicial por cuestiones extradeportivas. Junto a él, provenientes del mismo club llegaron Cristian Villagra y Marco Ruben, dos jugadores que también pasaron por lo mismo y que hasta el momento no cumplen con las expectativas pero que sin embargo, han tenido algo de regularidad en el equipo del ‘kaiser’, situación por la que no pasó el arquero Rosarino, siempre a la sombra de lo hecho por Juan Pablo Carrizo quien hacía pensar que no se marcharía.

La llegada de las vacaciones de invierno, es decir, el verano europeo, marcaría un punto de inflexión en la carrera de Ojeda, ya que Carrizo seducido por la idea de jugar en Europa y de la misma forma de ganar mucho mejor decidió marcharse para la Lazio y olvidar todas sus declaraciones y promesas para una hinchada que tiene una confusión de sentimientos hacia el innegable héroe de hace un semestre.

‘JP’, como se le suele llamar, dejó a la deriva un puesto bastante codiciado, donde bien es sabido que quien llega además de dar seguridad está expuesto a los golpes de la prensa o a salir figura en cualquier momento porque hace ya bastante tiempo que no se habla de una zaga segura en el Monumental y que los arqueros, sean Carrizo, Lux, Constanzo o el mismo Ojeda ponen el pecho a la situación hasta que se les condena por un error y se les saca del plantel o se hacen héroes y se marchan con esa estampa como sucedió con el guardavallas en cuestión.

Pero ahí radica el problema central de toda esta cuestión, ¿A quién se le debe dar prioridad en un caso de estos? Carrizo fue figura y se marchó como tal, pero dejó botado a un equipo con muchos problemas y que no gana un campeonato desde hace ya largo tiempo para un club con tanta historia; por otra parte, el futbolista debe luchar por llegar al mejor fútbol en el mejor momento y eso quiere decir que si llegar a Europa es el ideal, también se debe tener en claro que para hacerlo hay que estar muy bien y más siendo arquero, así que pese a lo hecho por Carrizo estuvo mal por un momento ya que se hubo una total contradicción entre lo dicho y lo hecho, también es entendible que el joven jugador salido de las canteras del club rioplatense decidiera irse pues para él era una oportunidad que no podía dejar pasar y se encontraba en el nivel más alto de su carrera, situaciones que obviamente sumadas a lo económico hacen del jugador no mucho más que un objeto, porque son algo casi irresistible que obviamente también hace parte de este hermoso deporte.

Ya con Carrizo de nuevo rondando por los pasillos del monumental y entrenándose a la par de sus ex compañeros, tal como lo hacía hace seis meses, pero después de haber estado en Italia, quiero concluir este artículo diciendo primero que para mi el titular tiene que ser Ojeda y que por más que hayan cosas de plata de por medio, los puestos en el fútbol se ganan a punta de esfuerzo y no de recuerdos o de lo hecho en el pasado.

De otro lado, para los dos arqueros que disputan el puesto y que anhelan una oportunidad hay que recomendarles paciencia, porque así como le tocó a Ojeda, tal vez Vega, si logra aguantar, también tenga una oportunidad, esperando que no suceda con él lo que sucedió con Leyenda, un ex Independiente, sin grandes capacidades, sustituido por Ustari y que en River no tuvo nada más que hacer que conformarse con ser aplaudido después del partido de Reservas.

Así siguen pasando arqueros por el club de Nuñez sin que ninguno consiga la regularidad suficiente para alcanzar un buen nivel de confianza y consolidarse realmente en uno de los arcos más ‘grandes’ de toda Argentina, sin embargo, Carrizo a su vuelta ya volvió a la titular y no arrancó de la mejor manera, pero todo en este momento depende del entrenador, de sus convicciones y de la real importancia del dinero en un caso de estos, esperando eso si, que el fútbol como tal tenga la primacía.