Boca-River desde otra perspectiva


Cuando digo que es desde otra perspectiva es por que es así: es la segunda vez que voy a un Superclásico en La Bombonera y la verdad, en la popular de Boca -La 12- se vive de una forma única este importante partido.


"La 12" comenzó gracias al único hincha que pudo viajar a la gira que hizo Boca Juniors por Europa en 1925; curiosamente, sólo viajó él con el plantel, por eso...se le denominó el jugador número doce. Año tras año, la barra se fue agrandando y empezó a tomar la segunda bandeja de la popular de La Bombonera para alentar al equipo y hacerse de a poco una de las mejores barras que hay en el mundo.


Han tenido problemas por el poder, jugadores en contra, jugadores amigos y un que otra pelea contra las barras de la mayoría de equipos del fútbol argentino. Se rigen bajo un par de reglas importantes: Alentar y apoyar al equipo en todo momento; pero sobre todo, odiar a River sobre todas las cosas.

Bueno, a lo que vinimos. Este clásico era un partido aparte para los hinchas de Boca: hace tres años no le ganaban a River en su estadio y si ese día había un empate o una derrota, no iba a ser tomado de buena manera.

A las 3:10 de la tarde, comenzaba esta fiesta y yo, para ser prevenido, llegué tres horas antes; ¿por qué?, por que en Boca, para esos partidos, sólo entran los socios y uno que otro afortunado que haya conseguido un abono; por esa razón, la entrada es complicada. Eso sin contar, los vivos que se quieren colar, que llevan boletas de otros partidos y carnets que no les pertencen...por eso, era mejor llegar a buena hora.

Pasé cinco controles antes de llegar a la puerta número 12 de La Bombonera; la requisa mínima y nada que ver con las que hacen en Colombia. Después de todo el protocolo, llegué a la segunda bandeja de la popular norte de este místico estadio, para ser más simple, estaba detrás del arco norte; al lado izquierdo tenía el edificio y al lado derecho las plateas y el sector de prensa.

De a poco se comenzó a llenar esa bandeja, el olor a cigarrillo y marihuana le daban un condimeto diferente a esto. Apenas se acabó el partido de reservas, me paré y me di cuenta que a esta bandeja no le cabía una persona más y pensé por un momento: "¿Qué pasaría si hay una emergencia?...¿si es legal la cantidad de personas que hay?". Fueron solo segundos, porque el ruído de los bombos y de las trompetas que se oían desde abajo me despertó y me hizo olvidar esas cuestiones.


Y fue así...cuando faltaban 40 minutos para el comienzo del partido, un hombre se paró en un "para avalanchas" (objeto que esta puesto en las populares, para evitar las avalanchas y los tumultos cada vez que hay un gol) y comenzó a entonar una canción de cancha para ir calentando a los presentes. Aclaro, por un momento eran solo canciones en contra de River Plate, que alimentaban el ambiente y servian para prepararse, porque lo que venía iba a estar bueno.

De pronto...comienzan a salir banderas, hombres en sancos y disfrazados de payasos, cartones simbolizando un ataúd, sombrillas y por último...los que mandan la parada, los líderes de la barra y la banda completa con bombos, trompetas, trombones y granaderas. Todo lo que cantaban en esta bandeja, lo cantaban todo el estadio. Ya con todo en orden, los peones de la barra comenzaron a repartir rollos de papel y bolsas con papel periódico picado, la idea de ellos...hacer una fiesta única y demostrar por que son los mejores.

Entró el equipo a la cancha...les soy sincero, quedé anonadado mientras veía todo lo que pasaba a mi alrededor: una lluvia de papeles; gente saltando, gritando y uno que otro con lagrimas en los ojos. Todo se frenó cuando entró el equipo del "Cholo" Simeone...porque comenzaron los chiflidos y un coro que entonaba todo el estadio " Y ya lo ve, y ya lo ve...son los cornudos de River Plate", haciendo referencia a los problemas personales del técnico y un jugador del plantel millonario.

Saludo tradicional, fotos por acá, por allá y el tradicional sorteo; al arquero de River, Juan Pablo Carrizo, le toca empezar en el arco donde está La 12, que se encargó de darle un recibimiento especial, que estoy seguro, sólo se ve en un partido así. Le tiraron huevos durante diez minutos, a lo que el arquero respondió con una mirada desafiante.

Comenzó el patido, sólo persignaciones y uno que otro besito a un escapulario. De este no hay que hablar mucho, ni profudizar, pero cuando llegó el primer gol...sólo se escuchó en La Bombonera y sus cercanías:"goooooooooooool". Todos se abrazaban con sus amigos y con el que tenían al lado, así fuera la primera vez que lo hayan visto. Ahí,bajó de la popular el tradicional canto: "Es para vos, es para vos, gallina pxxx, la pxxx que te pareó".

El gol fue a los 15 minutos del primer tiempo y durante 75 minutos más, La 12 se encargó de alentar al equipo, la mayoría eran canciones en contra de River y una que otra para pedir que el equipo liquidara el partido. Cuando se jugaba el minuto 90, quedaban tres más de adición y el papel de la barra era dirigir la fiesta; que todos los espectadores cantaran a su ritmo y saltaran para que La Bombonera cumpliera un antiguo lema: "La Bombonera no tiembla, late".

Pitazo final, que en ese momento puede usarse como el sinónimo de: abrazos, lágrimas, saltos, gritos y sobre todo... de felicidad. Ahí confirmé lo importante y lo emocionante que es ganar un clásico, no importa si se juega bien o mal, si se gana por un gol o por cinco, lo que importa es ganar. Claro que desde donde lo ví, me di cuenta que el "Podrán imitarnos, igualarnos jamás" si es cierto; no creo que lo que viví ese día, lo viva en otro estadio del mundo.