Muchas son las historias que se han tejido en torno al verdadero origen del apodo que le tienen a River Plate, el cual ha sido usado como ofensa por parte de los equipos rivales. Sin embargo, con el tiempo y buscándole una salida a la burla, los hinchas “millonarios” aceptaron el apodo de gallinas bajo la consigna de que ponen huevos.
Que las gallinas son rojas con blanco y que ponen huevos, no es extraño a nadie. Igual que son cobardes, miedosas y pusilánimes ante situaciones de peligro o amenaza. Sin embargo, la conjugación de las dos hizo que hace 52 años cuando River Plate perdió la final de la Libertadores de 1966 ante Peñarol, los hinchas de otros equipos argentinos se burlaran del fracaso millonario instalándoles el sobrenombre de “gallinas”.
Corría el año de 1966. Finalísima de la Copa Libertadores entre River Plate y Peñarol. En el partido de ida los uruguayos habían ganado por 2 a 0 en el Centenario ante unos 49 mil espectadores con goles de Abbadie y Joya. En la vuelta, los argentinos ganaron por 3 a 2 en el Monumental ante unos 60 mil hinchas que sufrieron el reñido partido. Como en aquella época no existía la diferencia de gol para definir partidos, la definición de la Copa se dio en un tercer partido en una cancha neutral.
La cancha que se escogió fue el Estadio Nacional de Santiago de Chile, en donde unas 39 mil personas fueron testigos de una de las mayores vergüenzas que ha vivido el equipo de Núñez. Con goles de Onega y Solari, los millonarios ganaban cómodamente el partido. Sin embargo, gracias a varios errores defensivos y a la desconcentración, los churuguas sacaron su garra y lograron empatar el encuentro. En el tiempo extra, los goles de Spencer y Rocha le dieron la vuelta al resultado y los aurinegros ganaron 4 a 2 y se quedaron con el título de la copa Libertadores de América.
De regreso en Buenos Aires y por el torneo local, River enfrentó a Bandfield. En son de burla los hinchas del “Taladro” tiraron gallinas muertas al terreno de juego partiendo en dos la historia del equipo de la banda cruzada, al cual, a partir de ahí se les llama “gallinas”, por su cobardía y por la manera en que perdieron un título que ya casi estaba asegurado.
Desde ese punto de la historia River ha hecho alarde de su apodo y le ha dado pie a sus rivales para que se sigan burlando de ello. La más reciente fue al enfrentar a San Lorenzo por el partido de vuelta de octavos de final de la Libertadores, en donde tenía que ganar sin dejarse hacer goles. Sin embargo, luego de ir ganado 2 a 0 y con 2 hombres de más, River se desconcentró y el ciclón por su parte, marcó el descuento y posteriormente el empate que le dio el paso a los cuartos de final de la copa, y dejando a River humillado y herido en su casa y ante un Monumental a reventar.
Por: Andrés Restrepo
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