Caneo de Boyacá


Cuando se dijo que el Boyacá Chicó incorporaría a Miguel Caneo a su plantilla para afrontar la Copa Libertadores, parecía increíble: ¿Caneo? ¿El de Boca? Resultó cierto, Miguel Caneo vino a jugar a nuestro país. El argentino ha cumplido un papel destacado en el equipo de Gamero, se ha convertido poco a poco en uno de los jugadores más importantes del equipo boyacense, siendo vital para la buena campaña del conjunto ajedrezado.

Nacido el 17 de agosto de 1983, este talentoso volante ofensivo surgió para el fútbol desde las inferiores de Boca Juniors, equipo en el que debutó el 15 de junio de 2003, con el que tuvo un total de 33 apariciones, marcando dos goles. Ese mismo año jugó la Copa Libertadores la cual ganaría con el equipo de la rivera. En esta copa Caneo empezó a mostrar sus cualidades futbolísticas. Sin embargo tuvo la mala suerte de lesionarse la rodilla, la primera de varias lesiones que no lo han dejado brillar como debería.

Después de recuperarse pasó a Quilmes y luego se fue a jugar a Chile al Colo Colo. En el 2006 jugó unos meses en el Godoy Cruz argentino, pero nuevamente apareció la sombra de la lesión. La cual lo mantendría alejado de las canchas durante varios meses. Pero, como se dice por ahí, el fútbol siempre da revanchas. Una vez recuperado, Caneo fue traído por el Boyacá Chicó como refuerzo para jugar la Copa Libertadores. Aunque el equipo fue eliminado en la fase previa del torneo, ha cumplido un destacado papel en el campeonato colombiano, donde se clasificó a los cuadrangulares finales.

Caneo ha sido una ficha clave en el buen juego del Chicó. Puede decirse que ha resurgido de sus cenizas. Se sobrepuso a las lesiones y ha vuelto a ser un jugador de calidad. Partido tras partido ha ido demostrando sus capacidades, convirtiéndose en el orquestador del Chicó con un juego elegante y preciso. Además ha marcado varios goles, aporte extra de su juego, pues no era conocido como goleador: ya lleva nueve anotaciones en el torneo. Una clara muestra fue su desempeño en el partido contra el América de Cali en la última fecha del todos contra todos, donde anotó una tripleta que le permitió al Chicó remontar un partido que iba perdiendo 2-0. Definitivamente un jugador fuera de serie, que tiene muy contentos a los dirigentes del Boyacá Chicó, que ya adquirieron los derechos deportivos del jugador.

Miguel Caneo se ha ganado su lugar en el equipo boyacense y seguramente en el corazón de los hinchas. Tunja lo acogió y el jugador vive actualmente en esta ciudad con su esposa Guadalupe Balán y su pequeña hija Catalina. El corto pero sustancioso recorrido de Caneo en el conjunto ajedrezado, lleno de actuaciones destacadas, hace pensar en grandes cosas para el futuro, tanto para él, como para el club. Con su juventud y sus ganas, Caneo está en un camino ascendente al éxito en el fútbol; su estrella está a punto de brillar más que nunca.

Con su manejo del juego, sus pases, sus goles y sus gambetas, Caneo ha venido al fútbol colombiano para mostrar por qué es uno de los grandes jugadores jóvenes de la Argentina. Posiblemente el Chicó sea un trampolín para que Caneo ocupe un lugar entre los grandes del fútbol suramericano.


Por: Iván Andrade
ivanandrade1@hotmail.com