Racing, aquel equipo en salir campeón del mundo y levantar la Copa Intercontinental por primera vez en la historia, ese mismo al que por su fútbol y calidad de jugadores le impusieron el sobrenombre de La Academia. Es hoy en día un mar de lagrimas y una sombra de aquel equipo que campeón del mundo y que se hizo grande entre los grandes en el fútbol argentino.

Con deudas que superan las 7 cifras en dólares, el equipo albiceleste de Avellaneda tiene un panorama desconsolador, sus hinchas más viejos sueñan con volver a ver a aquel equipo que ganó todo. Pero otros ven como este grande se hunde cada vez más y recuerdan aquel fatídico clásico ante Independiente, el diciembre del 83, cuando “El Rojo” ganó y se coronó campeón, mientras que La Academia descendió a la B del fútbol argentino.

En aquella época, hace 25 años, los hinchas vieron como su Racing querido se iba a la B mientras los rivales de siempre, los de barrio, los del frente, se reían de la desgracia albiceleste y celebraban el campeonato obtenido. Hoy el panorama no es muy diferente, los de la Academia están a puertas de jugar la promoción con un equipo de la B y si pierde estaría de nuevo en la categoría del ascenso argentino.

Malos manejos, compras de jugadores que no aportan nada al plantel y el dinero de algunas ventas al exterior que nunca se vio, son algunos puntos que se suman al pésimo momento de Racing. Acogido bajo la ley de quiebra y para evitar que el club desaparezca, una empresa tomó las riendas administrativas de Racing y se encargó de la compra y venta de jugadores, así como de las disposiciones deportivas.

Blanquiceleste, quien apareció como el salvador en un momento de crisis es hoy el culpable de todo, según la mirada de los hinchas. Que se roban la plata, que no traen jugadores decentes y que piensan en lucrarse y no en el bienestar de La Academia, son los pensamientos de la mayoría de hinchas en Avellaneda.

Sin embargo, a pesar del mal momento que vive el equipo, la gente, así como hace 25 años está más unida que nunca. El apoyo nunca falta, el amor no se va, el aguante sigue ahí y así bajen a la B seguramente la hinchada no se irá.

Atrás quedó el título que obtuvo Racing con Mostaza después de 35 años de no ganar nada. Mucho más lejos aquella hazaña que en el 67 le dieron el rotulo de primer campeón del mundo. Ahora es diferente, ahora se palpita con más ansias que antes, ahora no se pide por dar la vuelta sino por no descender, una posición difícil en la que nadie quiere estar, ni como técnico, ni como jugador y mucho menos como hincha, que lo único que puede hacer es alentar y aguantarse el futuro de su equipo.

Ahora más que nunca reza el clásico canto de las barras: En la buena y en la mala mucho más.

Por: Andrés Restrepo
andres@depuntazo.com