Por: Ivan Andrade
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Colombia, la tierra de Valderrama, de Rincón, de Asprilla, de Usuriaga y de otros personajes que se hicieron grandes en el país cafetero, será la sede del Mundial Sub. 20. Con la designación se vienen retos importantes, para que las figuras del fútbol del mañana tengan garantías suficientes.
Sin duda, el evento deportivo más importante en la historia del país cafetero. Un Mundial de fútbol, aunque no es el de mayores y el que más prensa y medios mueve en el mundo, es un torneo de mucho peso.
En el 2011 Colombia recibirá a los mejores jugadores jóvenes del mundo, en un campeonato que se ha caracterizado como escenario en el que descollan las nuevas estrellas del fútbol mundial. Poco a poco los mundiales juveniles han adquirido una mayor importancia, convirtiéndose en eventos de gran magnitud, no sólo por lo futbolístico, sino también por lo mediático
Los colombianos a pesar de recibir con regocijo esta noticia. Tendrán que pensar en cómo destinar todos los esfuerzos pertinentes para organizar un excelente torneo, a la altura de lo que es un mundial de fútbol juvenil, teniendo como precedente el más reciente, el de Cánada.
El trabajo que hay por delante es arduo: se necesita hacer una importante inversión no sólo en lo que se refiere a los estadios, sino además en otros aspectos como la seguridad y los hoteles que alojarán a las selecciones y a los turistas que vengan a ver los partidos. En todas las ciudades que van a ser sedes de los partidos (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales, Pereira, Armenia, Cartagena) es necesario reforzar esos aspectos para ajustarse a las exigencias que hace la FIFA para este tipo de eventos. Los esfuerzos que se destinen determinarán en gran medida el éxito del certamen, así que Colombia tiene una enorme responsabilidad a la cual responder. La experiencia acumulada en la organización de la Copa América del 2001 y del suramericano del 2005 será determinante para enfrentar este reto.
Después de la renuncia a la candidatura como sede del mundial del 2014, que finalmente se hará en Brasil, La Federación de fútbol colombiano tendrá la oportunidad de mostrarle al mundo que en el país de aquellos héroes, se pueden hacer las cosas.
Por eso los esfuerzos por hacer un excelente mundial no pueden ser pocos; desde la Federación Colombiana de Fútbol hasta los hinchas que tendremos la oportunidad de disfrutar de tan buen espectáculo. Hay que guardarse de triunfalismos previos y empezar a trabajar con el mayor empeño en pos de lograr una buena organización, atendiendo a las disposiciones de la FIFA, para que se den las mejores condiciones posibles para el protagonista: el fútbol.