El enano de River campeón

Por: Andrés Restrepo

River volvió salir campeón en Argentina, el Obelisco después de 4 años, volvió a ser testigo de una celebración millonaria y sus hinchas se sacaron esa espina clavada en el orgullo después de salir de la Libertadores por la puerta de atrás.
El “Cholo” Simeone dejó bien claro que es un técnico ganador, después del campeonato con Estudiantes a finales del 2006, repitió y dejó callado a más de uno al dejar en lo más alto al equipo de Nuñez.

Hace tanto tiempo que un título del millonario no se vivía con tanta emoción y alegría en sus jugadores. Después de vivir años de frustraciones, eliminaciones, campeonatos sin rumbo y de ver a su eterno rival dar la vuelta como campeón de América, les llegó la hora de celebrar.

Diego Buonanotte es uno de ellos. “El enano” como es conocido por gran parte del mundo futbolero, fue uno de los responsables de que River haya dado la vuelta otra vez. A pesar de su corta estatura y de haber debutado en primera apenas dos años atrás, con 19 años se puede dar el lujo de ser campeón de uno de los más grandes de la Argentina.

Cuando debutó frente a Instituto en el Clausura del 2006, tuvo el sueño de todo pibe: consagrarse campeón con el equipo de sus amores y ser la estrella. Sin embargo, después de varios traspiés y la salida de Daniel Pasarella como entrenador del equipo de Nuñez, el sueño se vio frustrado. Además su continuidad como titular del equipo estaba en duda con la llegada del nuevo técnico.

No obstante, el enano no se dejó amedrentar por las circunstancias y mucho menos por los rivales que enfrentó. Su primera alegría la dio en un partido ante Rosario Central, el 30 de septiembre del 2007, cuando marcó su primer gol como profesional (con Pasarella como DT), al poco tiempo de ingresar a la cancha.

Otra de las muestras que dio Buonanotte como promesa de River la dio en el súper clásico del semestre pasado ante Boca, en donde con una calidad única le pasó el balón entre las piernas a Nery Cardozo levantando a toda la afición en algarabía. Además fue importante en la victoria de los millonarios sobre su eterno rival.

Así, con apariciones que le cambiaron la cara a River y que le dieron un envión anímico a sus compañeros y de paso a la hinchada, le llegó la hora de consagrase. En la décimo octava fecha del clausura del 2008, jugó como nunca y ese sueño que tuvo cuando debutó en primera se le cumplió, marcó los dos goles con los que River venció a Olimpo y de esa manera dar la vuelta por primera vez con el equipo que lo vio nacer como jugador.

Una figura que promete, que pasó de la cuarta división del club de Nuñez a primera en poco tiempo y que es hoy una de las figuras más queridas por la gente de River. Un pequeño crack que con sus goles y gambetas le regaló el título 33 a su equipo del alma.