Azules y Rojos para no ilusionarse.

Por: Sebastián Heredia Ferro
sebastianheredia@hotmail.com

Hace mucho los equipos bogotanos no podían disfrutar de la punta del campeonato. Hace mucho las dos hinchadas de los equipos grandes de la capital no se podían ilusionar en conjunto. No es el momento para celebrar ni festejar el momento futbolístico de Millonarios y Santa Fe, pues no se pretende caer en falsos triunfalismos (falsos porque con los equipos bogotanos no se tiene nada claro sino hasta el final del torneo), pero si vale la pena hacer un pequeño reconocimiento a los triunfos de los capitalinos y a su posición actual en la tabla.

Por el lado azul, el primero en la tabla, al parecer todo está bien, es el mejor visitante del torneo –no ha perdido ni un solo punto por fuera del campín- y solo ha perdido un partido en su cancha, tiene un puntaje casi perfecto y por esto sus hinchas deben estar felices. Sin embargo, al equipo le falta mucho trabajo, la defensa es completamente nueva, con jugadores que nunca habían jugado juntos y se les nota, los laterales tienen más salida que marca y los centrales por abajo son lentos y a veces pasan por torpes aunque les sobra jerarquía.

En el medio tienen mucha seguridad con Bedoya, aunque el técnico tuvo serios problemas cuando no jugó, la recuperación del balón es intermitente y la creación es pobre, Jonathan Estrada sin duda uno de los mejores jugadores del equipo aunque le faltaría juntarse más con Javier Araujo que se preocupa más por hacer un taco o un caño que por ayudarle o llevarle el balón a los delanteros. En el ataque está el goleador del campeonato, con una efectividad envidiable. Milton Rodríguez lleva 5 goles en 5 partidos y es en este momento pieza clave del equipo, el problema está en quien debe ser su acompañante, si Tejada, Mendoza o Castro (lesionado). El sistema que implementa Millonarios permite que se le acerquen mucho a su arco -pero ahí está Cuadrado- sin embargo ayuda a que sus jugadores en ataque puedan explotar todas sus capacidades técnicas.

Por el otro lado, Santa Fe, segundo en la tabla de posiciones, es un equipo que cumple, que gana con lo justo pero no juega bien. Con un sistema demasiado táctico, demasiado predecible y casi que descifrable el cuadro rojo ha conseguido 10 puntos de 15 posibles. Al expreso rojo ya se le nota el trabajo de su técnico, y se le nota demasiado pues los trabajos tan tácticos del profesor Gómez imposibilitan a los jugadores a dar ese factor sorpresa que tanto se admira en el fútbol y pasa a ser un equipo sonso y poco productivo. En la defensa los problemas están por el lado izquierdo, en este costado ni hay marca y muchos menos salida, sin embargo la defensa cumple y es fuerte.

En el mediocampo Flotta es pieza clave dentro de la línea de 4 que el técnico siempre pone, pues además de quitar pelotas es el que pone la jerarquía y la garra en el medio campo. Pero los problemas para Santa Fe empiezan ahí, porque si Mosquera no juega no hay quien lleve la pelota con precisión adelante y no hay nadie que genera un enganche o un pase desequilibrante de la mitad para adelante, entonces la única alternativa que queda para el equipo es atacar por los costados- El venezolano Seijas, que por cierto se ve casi tan solo como Estrada en Millonarios es pieza clave en el equipo aunque le falta más acompañamiento. Y adelante, Neculman se pierde durante el tiempo que juega dentro de los dos centrales del equipo visitante, esperando que le caiga en sus pies el balón para definir y Valoyes se desgasta yendo hacía la mitad del campo en busca de ese balón que pocas veces llega.

A Santa Fe se le nota un trabajo táctico intenso, pero el Bolillo en medio de su terquedad debería dejar a los jugadores improvisar un poco, meterle sorpresa al juego para que el ritmo del equipo no se vuelva algo obvio. En el fútbol lo más importante es ganar y eso lo hacen los equipos bogotanos, ahora les toca lo más difícil: jugar bien.