El Fortín vulnerable

Por: Andrés Restrepo
andres@depuntazo.com

En el José Amalfitani, Vélez Sarsfield recibía al líder del apertura argentino, gran incertidumbre y una luz de esperanza se veía al final del camino para los hinchas del Fortín que querían ver ganar a su equipo en su cancha. Sin embargo, en un partido malo de principio a fin, velezanos y matadores terminaron en empate 1 a 1 que fue más para el bostezo que para otra cosa.


La hora del partido 21: 10 hora local, Depuntazo llegó temprano a la cancha y no habían llegado ni los policías, tiempo que aprovechamos para llenar el estomago con las famosas “Patty”. Aunque un poco frías y cauchosas, es una buena opción si no se va almorzado o comido a la cancha.

Con el pasar del tiempo, los alrededores del estadio se fueron llenando de gente, empleados, policías y por supuesto: hinchas. La hora del partido se acercaba y la cantidad de aficionados que intentaban entrar al Amalfitani, no era muy grande, lo que presagiaba un partido sin mucho aliento desde las tribunas.

Ya adentro del Fortín se jugaba el partido de reservas que sirvió como antesala para ir calentando los ánimos en la tribuna, al mismo tiempo se escuchaba de lejos el resonar de los bombos que llevaban el ritmo de la Murga, que antes de que salieran a la cancha los equipos titulares, alegró con sus bailes a los hinchas de Vélez.

Con el estadio medianamente lleno y la tribuna visitante colmada en la Popular, gritando y alentando a Tigre, empezó el partido, con mucho ánimo al comienzo pero que de a poco fue se fue volviendo tedioso y aburrido.

“La Pandilla” barra insignia de Vélez que se ubica en la Popular del estadio, cantaba en voz baja, reflejando lo que se veía en la cancha, las plateas entumecidos por el frío solo se levantaban a insultar al arbitro y a aplaudir una que otra llegada con peligro. Mientras tanto, la hinchada de Tigre apretujada por el tamaño de la popular inversamente proporcional a la cantidad de gente que la colmó, trataba de alentar a su equipo, pero el clima del ambiente se trasladó a los jugadores y fue poco lo que mostraron.

El duelo era entre hinchadas, mientras azules cantaban “dale ve, dale ve, dale ve…” azul rojos cantaban “soy de tigre…” y justo en ese momento llegó el gol de Zapata con el que Vélez se fue en ventaja. Los hinchas de Tigre callaron y el resto estalló en “Júbilo azul en el Fortín de Liniers”.

No tardaría mucho en reaccionar la hinchada y el equipo del Delta, pues un golazo, para Depuntazo y para Macaya Márquez, de “Fútbol de Primera” fue el gol de la fecha, le dio el empate a Tigre que se fue con sabor a victoria, mientras que los locales vieron otra vez como su equipo se quedaba en deuda en Liniers.