Chilena colombiana


Por: David Sánchez
davidsanchezbermudes@hotmail.com

Qué bonito es ver un gol de chilena, ver al jugador levantarse en el aire y hacer una pirueta como si se tratara de un actor de circo, pero ¿por qué se le llama así? Según historiadores no se conoce el por qué del nombre, pero muchos afirman que esta jugada la hizo conocer a nivel internacional el gran futbolista David Arellano, quien durante una gira en 1927 con su club Colo- Colo en España, la realizó repetidamente, así la hizo una y otra y otra vez, hasta que los comentaristas españoles empezaron a llamarla como chilena.

Goles de chilena, o de chalaca, son raro verlos, pero cuando se ven, son fantásticos y toman más importancia que los demás. Uno de ellos lo hizo Jairo “el tigre” Castillo, lo hizo ante Chile por las eliminatorias al Mundial de Japón y Corea 2002, esa noche la Selección tricolor se llevó los tres puntos de Santiago al derrotar a los australes por 0-1.

El gol del “tigre” llegó casi al finalizar el compromiso, algo similar a lo que había pasado contra Uruguay en Bogotá días atrás, en donde Jairo también había anotado prácticamente a las cúspides del encuentro. Una costumbre del “terremoto” de Tumaco que siempre esperaba al último minuto para poner a delirar a todo un pueblo.
Desde el inicio del compromiso los de la estrella solitaria presionaban al conjunto colombiano con la poderosa y temida dupla de delanteros conformada por Salas y Zamorano, pero el arco colombiano tenía un ángel, que por esos días era uno de los mejores arqueros del planeta. Oscar Eduardo Córdoba en esa ocasión se puso la piel de héroe, como también la tuvo Juan Pablo Ángel, quien recuperó un balón que todos daban por perdido, metió gana, aceleró y con una estupenda barrida salvó la pelota de la banda lateral, mandó un centro y tras un rebote en un defensor chileno el “Tigre” aprovechó y dio la voltereta en el aire para marcar el gol destriunfo colombiano.

Después del gol, los chilenos desaparecieron del terreno, parecía que los hubiesen desterrado de su país, los de la roja no jugaban a nada, entregaban mal, estaban desesperados por el marcador y por la manera en la que les habían anotado, mientras tanto la Colombia ganadora de esa noche se mantenía en un gran bloque de defensa dándole un buen trato al balón.

Al final los dirigidos por Luis Augusto Gracia, se llevaron una excelente victoria que demostró en ese momento que Colombia estaba para cosas grandes, la afición se llenó de ilusión por el pasajero segundo lugar en las eliminatorias y al final se quedó con las ganas de ver a su Selección en un Mundial.

Por su lado, la “Autsral” siempre tendrá en su memoria aquel 2 de septiembre del 2000, fecha en la que todo el continente no paraba de gritar “gol de chilena en Chile”.