Por: Gabriel Hoyos Ricaurte
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Por estos días en la cuidad de Madrid el chiste de moda es sobre el “Ateti”, y es que se dice que con las ventas del abono de la temporada para el Vicente Calderón, se debería encimar un seguro de vida contra infartos, o de no ser así cada persona que vaya a la cancha del club colchonero, debe hacerle caso a la Sociedad Española de Cardiología la cual dice que cualquier persona delicada del corazón no debe asistir a fútbol y más si es a ver al segundo equipo de la capital española.
Todo esto sale a relucir debido a los últimos partidos que ha tenido que enfrentar el equipo, en los cuales los nervios de los espectadores se ponen de punta gracias a los finales infartantes que se han presentado.
La semana pasada en el Vicente Calderón se jugaba una versión más del derbi madridista, en donde el equipo merengue arrancó con victoria con un tempranero gol del holandés Ruud VanNisteljrooy, luego vinieron las expulsiones del autor del gol, por el lado del Real Madrid, y del colombiano Luis Amaranto Perea, por el lado del local, para poner más emocionante el encuentro; al minuto 89 y con un gran gol de Simâo de tiro libre el partido se ponía en tablas.
Un empate que parecía justo, hacía que todo Madrid tuviera el corazón en la mano, aunque faltaba el tiempo de reposición donde el holandés Drenthe fue derribado dentro del área al minuto 95. Penalti para el conjunto blanco que fue cambiado por gol por Rafa Van der Vaart, el cual selló la derrota del Aleti.
Tres días fueron suficiente recuperación para el amargo desencuentro del derbi, ya que a mitad de semana y por la Champions League recibían al conjunto inglés de Liverpool, el cual terminó empatado a uno, con un gol del portugués Simâo sobre la hora. Justamente un Simâo que sabe acerca de remontar; recordarán que en la liga del año pasado en aquella ocasión contra el Almería, a tan solo 5 minutos de partido los rojiblancos ya ganaban 2-0 ante un contrario que hacía lo que podía con 10 jugadores; en 7 minutos los de Andalucía hicieron 3 goles para voltear un marcador a 2-3, partido que finalmente que resultó 6-3 a favor de los dirigidos por Javier Aguirre, con goles del portugués salvador con el que cuentan los de Madrid: Sergio el Kun Agüero.
Si los seguidores colchoneros creyeron que ya habían tenido mucha adrenalina junta después de recibir la visita del equipo del cual eran hinchas los cuatro Beatles, es porque no sabían que al fin de semana debían viajar al madrigal a enfrentarse al Villarreal, partido en el cual el club visitante empezó ganando por dos goles a cero, resultado que llenaba de felicidad a todos sus fieles seguidores y mantenía un ambiente de tranquilidad en el banco del cuestionado Aguirre. Pero no todo es fácil para la fanaticada rojiblanca, la que alguna vez fue bautizada como gente sufridora nata, ya que esto viene de tiempo atrás. El submarino amarillo, levantó cabeza y logró empatar a dos tantos el partido, pero esta vez el final fue feliz y sobre la hora, el Atlético logró hacer dos goles para volver a la capital con un triunfo de 4-2.
Y si se dice que esta historia viene de tiempo atrás es porque ya se ha demostrado que hay que tener nervios de acero para ser un colchonero. En la liga del 93/94, Barcelona era un equipo que metía miedo con jugadores como Ronald Koeman, y también tenía a un Romario que estaba en su mejor momento futbolístico, el mismo que en esa temporada marcaba tres goles para sentenciar un 3-0 en su visita al Calderón. Pero el Atlético sacó a relucir su casta con dos goles de Klosecki y otro más de Pedro; se logró un empate en donde Caminero al minuto 90 marcó un 4-3 que dejaba a Barcelona con 0 puntos tras su visita a Madrid.
Dos años más tarde se comprobaría que los partidos entre el Atlético Madrid y el Barcelona son más que clásicos. En un partido de la Liga del Rey se enfrentaban en el Camp Nou, partido que empezaría con una ventaja de tres goles a cero a favor del colchonero, con 3 goles de Pantic en la primera media hora. Pero no quedaría ahí, ya que Ronaldo anotó 2 goles a cinco minutos de haber comenzado el segundo tiempo, un minuto más tarde y desde el vamos, Pantic se despachó con un cuarto gol, el cual hizo relajar a su equipo y a su hinchada que se sentía vencedora; pero las cosas se pusieron infartantes con un golazo de Luis Figo al minuto 67 y de no creer, 5 minutos después Ronaldo anotó su tripleta para lograr el empate, hasta que en el minuto 83, Juan Antonio Pizzi terminó de completar un partido fuera de control en el que una vez más se le fueron 3 puntos, que parecían seguros al equipo de la capital española.
Claramente las estadísticas muestran lo difícil que es ser hincha del Club Atlético Madrid, así que si su hijo se declara fanático, seguidor de las grandes jugadas del Kun Agüero, los goles del uruguayo Diego Forlán, o los goles de último minuto del portugués Simâo, debe acostumbrarse a verlo sufrir y estar al borde de un infarto, hasta que el juez declare el final del partido; 90 minutos que pueden ser un manojo de nervios que pueden llevar a más de uno al hospital.