El profe de los milagros.

Por; Juan Carlos Rey
kingred18@hotmail.com

“En vos confiamos” es el lema del pueblo colombiano que aún cree en la posibilidad de ver nuevamente a la Selección Colombia en un mundial de fútbol, apoyando a Eduardo Lara quien fue ratificado por la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), como el técnico de la Selección de mayores hasta finalizar la eliminatoria al mundial Sudáfrica 2010.

Debido al notable cambio de actitud que presentó la Selección colombiana en sus dos partidos, ante Paraguay y Brasil, El presidente de la FCF, Luis Bedoya, aseguró la continuidad del técnico Lara (quien lleva más de 6 años trabajando con la Federación), de quien dijo además ser un hombre con trayectoria, conocimiento y gran trabajador. Las selecciones juveniles que venía trabajando el profesor Eduardo Lara, serán dirigidas la Sub. 20 por José Silva y la Sub. 17 por Ramiro Viáfara.

El reto de Lara es llevar de vuelta la Selección Colombia a un mundial, muchos hinchas confían en el trabajo del profesor, por tal razón el seleccionar considera importante el apoyo de todos los colombianos para cumplir con el objetivo de clasificar a Sudáfrica. El 19 de Noviembre los cafeteros jugarán un partido amistoso frente a Nigeria en la ciudad de Cali (Colombia), y luego en España contra el combinado de Cataluña, partidos en los que probablemente Lara observe varios jugadores que no convocó anteriormente, como el caso de Robinson Zapata, Falcao García, Hugo Rodallega, Juan Pablo Angel y algunos más.

Luego de tantos problemas con la dirección del antiguo técnico Jorge Luis Pinto, la selección necesitaba de un nuevo ambiente, que recuperara el nivel futbolístico y mental siempre característico en el fútbol colombiano. El liderazgo y el ímpetu fueron factores determinantes en la actuación de jugadores como Yépez, Bedoya, Perea, Vargas y Agustín Julio, quienes animaron al grupo, convirtiéndolo en un equipo más ofensivo recuperando su estilo de juego.

Las lágrimas que alcanzó a soltar Eduardo Lara luego de que “sus hijos” (como el llama a los jóvenes jugadores de la selección), empataran en el Maracaná contra el opaco seleccionado brasileño, es un acto de esperanza, de ilusión y alegría por lograr un resultado valioso y un inteligente planteamiento de juego. Algunos consideran un hecho exagerado o mediocre, llorar por conseguir un empate, pero creo que esas lágrimas denotan más que eso, expresan la alegría que deja el fruto de un gran esfuerzo físico y anímico con tan solo un mes de trabajo, la alegría y el orgullo de encontrar un grupo de jugadores más maduros, que aún entienden y respetan los conceptos que maneja el profesor Lara. Conseguir un punto de visitante, ante el pentacampeón del mundo en uno de los estadios más grandes del mundo, no es fácil, además de cargar con la presión de tres derrotas consecutivas, se presajiaba una posible goleada por parte de los cariocas quienes de paso buscaban reconciliarse con la exigente torcida brasileña.

En el juego contra Brasil, Eduardo Lara convocó los mejores jugadores del momento y lo importante, supo acomodarlos dentro de la cancha, ahora vienen cinco fuertes meses en que Lara deberá preocuparse por trabajar un sistema táctico que sea efectivo en la parte ofensiva, aunque el problema reside en los atacantes colombianos que no han podido marcar, por eso los partidos amistosos deben ser aprovechados para observar jugadores que aporten juego ofensivo y sobre todo goles. Aunque en este largo receso, el nivel de algunos jugadores podría disminuir o sufrir lesiones, la idea es mantener la misma nómina, en especial ese bloque de volantes formado por el profesor Eduardo en el último partido, dando a entender que es posible atacar y crear opciones de gol sin un armador fijo.

El profesor Lara es un técnico que le gusta proponer, buscar los partidos desde un principio, y eso es vital para los próximos compromisos, pensar en cada encuentro con la intensión de ganar. Las cuentas para clasificar son de 26 o 27 puntos, 28 para mayor tranquilidad, a los cafeteros le quedan cuatro partidos como local, frente a Chile, Bolivia Perú y Ecuador (estas últimas 3 selecciones las más goleadas en condición de visitantes), mientras que de visitante jugará contra Venezuela, Argentina, Uruguay y Paraguay. Para clasificar deberá conseguir los 12 puntos como local, y cuatro o cinco como visitante, es decir de los 24 en juego, 17 tendrá que obtener, más del 70 %.
La mitad de los partidos jugados (5) los ha empatado 4 de ellos en condición de visitante con solo 1 gol convertido, de los tres partidos perdidos; 2 fueron en condición de local, de igual forma los únicos 2 partidos que ha ganado fueron como local. En conclusión, es una selección que hasta el momento nunca ha ganado como visitante y es la que menos goles convierte, tiene una diferencia de -4 goles (mientras Uruguay que es quinto tiene 9 goles), si Colombia quiere clasificar debe aprovechar los cuatro partidos que tiene como local, no solo para ganarlos, sino para mejorar en la diferencia de goles y arriesgar afuera para sacar puntos vitales.

Lo que tranquiliza a los colombianos es el cambio de actitud tanto individual como en grupo, ya que colectivamente se conocen mejor y han jugado con la intención de ganar, indiscutiblemente la llegada de Lara renace las ilusiones de la Selección por lograr el objetivo.