Juan Román Riquelme, un jugador con tantos amigos como enemigos.

Por Sebastián Heredia Ferro
sebastianheredia@hotmail.com

Con una forma de jugar bastante especial, talentoso, pero al mismo tiempo con un fútbol muy pausado y tranquilo, Juan Román Riquelme ha llegado a ser uno de los grandes referentes del fútbol argentino y mundial. Un jugador con una palmares envidiable, y que tiene tantos amigos como enemigos, no puede pasar inadvertido dentro de la cultura futbolística que se vive en su país y en el mundo.

Se formó y creció en el Club Argentinos Juniors (cuna de muchos jugadores argentinos), pero prontamente y por recomendación de Carlos Bilardo fue transferido al equipo de sus amores, el Club Atlético Boca Juniors, en donde debutó a los pocos meses de ser contratado con el equipo azul y oro contra Unión de Santa Fe. Marcó su primer gol ante Huracán en un 6 – 0, un 24 de noviembre de 1996.

Al año siguiente, “topollillo”, fue convocado por el seleccionador nacional José Pekermán para conformar al equipo en el Campeonato Sudamericano sub-20 realizado en Chile, donde se coronó campeón. A raíz de sus buenas actuaciones, también hizo parte del equipo argentino que repitió el título en el Mundial sub-20 de Malasia en el mismo año, donde Riquelme se destacó como el capitán de dicho seleccionado campeón.

Con talento y brillantez Juan Román con tan solo 19 años convenció a Daniel Passarella, para que lo llamase a la selección mayor para disputar el último partido de las eliminatorias para el mundial de Francia 98 contra Colombia, donde jugó los últimos minutos del partido. Al año siguiente, Pekerman el técnico que le había entregado la confianza un año atrás, lo vuelve a llamar para disputar el torneo esperanzas de Toulon en Francia, donde es proclamado mejor jugador del torneo.

A mediados del 98, Carlos Bianchi es nombrado nuevo director técnico de Boca Juniors, y es él quien decide que Riquelme sea el conductor de su equipo y porte la muy prestigiosa camiseta número 10, en este mismo año Boca después de 10 años de sequía se corona campeón del torneo Argentino. Al año siguiente la hazaña se volvió a repetir y el equipo de la rivera conseguiría el bicampeonato e incluiría una marca hasta ahora insuperable en el fútbol Argentino, 40 partidos consecutivos sin conocer la derrota.

Al año siguiente, es citado para el sudamericano sub-23 a disputarse en Brasil, pero sorpresivamente los gauchos se quedan por fuera de dicho campeonato y se rompen las ilusiones de participar en las Olimpiadas de Sydney en el 2000. Después del fracaso en Brasil, hace parte del equipo de Boca que se consagró campeón de la Copa Libertadores de América contra el Palmerias de Brasil, y ganador de la Copa Intercontinental contra el Real Madrid de España. Un año más tarde Boca repetiría el titulo de la Libertadores, y en dicha final, Riquelme es nombrado como el “mejor jugador de la Final de la Copa Libertadores”. En ese mismo año, unos meses después es designado por el diario “El País” de Uruguay como el “Mejor Jugador Sudamericano del año”.
Tras ese valioso título Barcelona de España se hizo a los derechos del jugador argentino, donde no fue muy bien recibido por el técnico holandés Louis Van Gaal, y fueron más los partidos donde estuvo en el banco de suplentes que en la cancha. En el momento en el que Van Gaal salió del equipo, y el serbo Radomir Antic tomó las riendas del equipo culé, “Topollillo” volvió al equipo titular donde disputó varios partidos en España y en la Champions League.

En el verano del 2003 la nueva dirigencia catalán decide ceder a Riquelme al equipo Villareal, donde formó una dupla excepcional con el uruguayo Diego Forlan, allí el submarino amarillo logró un merecido tercer puesto en la Liga, y el derecho a participar por primer vez en la Champions League, donde llegó a semifinales contra el Arsenal. En el último partido de la llave, Román tuvo la oportunidad de empatar el juego en el último minuto para prolongarlo, pero erró el penal y sentenció al Villareal, error que nunca se le perdonó entre la hinchada amarilla.

En el 2006 hizo parte del plantel argentino que asistió al mundial de 2006 dirigido por José Pekerman, donde la participación gaucha no fue la mejor, fue catalogada por la prensa como un fracaso, señalando a Riquelme como uno de los responsables de la floja presentación en el certamen. Así mismo, en España fue duramente criticado por la Dirigencia del Villareal, pues se le sindicó por no llegar a tiempo a la convocatoria del técnico, y por la petición de una semana más de vacaciones en Diciembre del 2006, hecho que hizo que el jugador no se hiciera presente en la cancha durante dos meses.

Por los múltiples problemas en España, y por una petición del presidente de Boca Juniors Mauricio Macri, el querido “topollillo” vuelve a Boca para disputar a principios del 2007 el torneo argentino y la Copa Libertadores de América. Con una excelente actuación de Riquelme Boca se consagra campeón de la Libertadores, y el 10 Xeneize es otra vez nombrado “mejor jugador de la de la final de la Copa Libertadores”, además salió goleador del equipo con 8 tantos en 11 partidos. Después de este suceso decide volver a aceptar el llamado de Alfio Basile a la selección argentina.

Tras su paso por Boca, Riquelme vuelve al equipo dueño de sus derechos, el Villareal de España, donde no es tenido en cuenta por el técnico uruguayo Manuel Pellegrini, pero sí lo es por el “Coco” Basile para disputar las eliminatorias para el mundial del 2010 a lo largo del 2007. Antes de emigrar para España, el jugador disputó la Copa América de Venezuela, donde obtuvieron un subcampeonato. A finales del 2007 Riquelme firmó contrato con su equipo de “siempre” (Boca)
En el 2008 disputó el torneo local y la Copa Libertadores, y a mediados del presente año fue el capitán de la selección dirigida por Sergio Batista que consiguió la medalla de oro en Pekín, su último título conseguido.

Un jugador discutido, querido por muchos, por otros no tanto; criticado por su “displicencia” en algunos partidos, elogiado por su talento siempre presente. Según unos con poco carisma, para otros exceso de timidez; un futbolista que siempre despierta polémica, pero que siempre estará entre los más grandes del fútbol argentino y mundial, es él, es así, es Juan Román Riquelme.