¿Simeone el culpable?


Por: Sebastián Heredia Ferro
email: sebastianheredia@hotmail.com

Se jugó el partido más importante del Fútbol Argentino, el clásico entre River Plate Boca Juniors, el duelo del que más se habla antes y después de jugarse. El ganador salva gran parte del semestre si su participación no ha sido buena, y el perdedor, por su parte, se hunde más en el fondo si su presente no es el mejor.

El domingo se disputó el clásico en el Monumental de Núñez, en un partido del cual se había hablado mucho, por los problemas en el camerino “Xeneize”, y por las dificultades del equipo millonario para sacar buenos resultados en el torneo argentino.

En un partido complicado para los dos equipos, muy trabado en la mitad de la cancha, y con un fútbol poco vistoso, el clásico se fue para La Boca. Con un gol de cabeza de Lucas Viatri y con un cumplimiento excelente de sus funciones, los jugadores del equipo de Carlos Ischia superaron a los de la banda cruzada y demostraron porque los 3 puntos tenían que quedarse en la Rivera.

Por el lado de Boca el arquero Javier García cumplió aunque dio varios rebotes, cuando fue exigido por los jugadores contrarios respondió como debía. En la defensa, los centrales estuvieron impecables, y fueron capaces de opacar la ofensiva de los albirrojos. Los laterales en marca cumplieron, el único error estuvo en la expulsión del capitán Ibarra. En el medio todos jugaron bien, los de marca hicieron cierres, quitaron el balón y lo entregaron bien. El pibe Gaitán respondió como si fuera un experimentado y no un chico que debutaba en los “súper-clásicos”, Riquelme tuvo la pelota, la guardó e hizo el cobro para que la figura de Viatri se levantara por encima de los centrales, cabeceara y la mandara al fondo del arco defendido por el arquero Juan Marcelo Ojeda.

River por su parte cumplió, y en un solo error pagaron la derrota, aunque no fueron superiores a su rival, tampoco fueron muy inferiores. Los jugadores de la banda cumplieron con sus funciones, llegaron al arco de boca, remataron e insistieron hasta el final.

El error estuvo en el banco, pues el director técnico, Diego Simeone, no pudo descifrar el juego y tampoco fue rápido en los cambios, pues “El Cholo” no supo aprovechar el hueco dejado por la expulsión de Ibarra, y en vez de meter un delantero por izquierda, prefiero meter un delantero en punta como Ríos. Además hizo un cambio innecesario ¿para qué sacar a Ahumada para meter a Ponzio?

El equipo no encuentra como jugar en el torneo argentino, un día después del clásico el equipo de la banda cruzada amaneció en el fondo de la tabla -es penúltimo en el torneo argentino con los mismos puntos del último pero salva la posición por diferencia de goles- un lugar que hace mucho este grande no visitaba. ¿Es hora de darle un remesón al banco millonario o esperar que el buen Simeone revierta está difícil situación?

En la argentina la fiesta fue Xeneize, se “acabo” la crisis interna de Boca, y el equipo quedó a 8 puntos del gran líder San Lorenzo. Los riverplatenses tienen sus esperanzas en la Copa Sudamericana, donde seguramente si superan la fase de cuartos de final se encontraran otra vez con su rival de siempre el Club Atlético Boca Juniors, sería otra gran fiesta futbolera en menos de un mes.