Hasta siempre Matador

Por: Gabriel Hoyos Ricaurte
gabirelh30@hotmail.com
José Marcelo Salas no demoró mucho en cambiar su nombre para ser llamado por el apodo de Matador, basado la canción de mismo nombre de Los Fabulosos Cadillacs, muy de moda por aquellos días en que empezó a romper las redes.

El apodo se lo ganó cuando jugaba su primer clásico para la Universidad de Chile contra Colo Colo en el campeonato de 1994, ese día con 3 goles en su cuenta, la afición lo adoptó y fue el comienzo de un ídolo, ese año y con ayuda del jugador nacido en Temuco (el cual marcó 41 goles en 40 partidos disputados, entre liga y copa) el equipo azul de ese país salió campeón luego de una mala racha de 25 años.

Para el año de 1996 y siendo un jugador que proyectaba buen futuro, su equipo llegó a jugar la semifinal de la Copa Libertadores donde fue eliminados por River Plate, el cual se coronó campeón. Gracias a su destacada actuación el mismo equipo Núñez lo compró por 2 millones de dólares, una cifra inédita para un jugador chileno, para reemplazar a Hernán Crespo quien fue transferido al Parma.
Con el equipo millonario logró salir tricampeón de la liga local y gracias a un gol suyo contra el Sao Paulo también obtuvo el campeonato de la Copa Sudamericana en 1997.

Jugando para el equipo de la banda cruzada se hizo famoso el Rey Midas (como también es conocido) y se metió en el corazón de grandes y chicos, incluso mucha gente imitaba su celebración que consistía en poner su rodilla derecha en el piso y levantar su índice derecho al cielo, celebración que se vería muchas veces en el Monumental.

Todo esto hizo que Marcelo recalara en la Lazio de Italia, la cual pagó 17.5 millones de dólares para conformar una dupla goleadora con Christian Vieri, donde ganó dos Supercopas Italianas, una Liga Italiana, una Recopa Europea y la Supercopa Europea. Pero no sólo es recordada su dupla con el italiano, ya que en su selección hizo pareja con Iván Zamorano, (la dupla SaZa) es muy recordada por su capacidad goleadora.

En 2001 Juventus dio la mayor cifra pagada por un chileno en la historia al pagar 25 millones de euros, pero el Matador no jugó mucho debido a una grave lesión en su rodilla. Tras el fin de su contrato, volvió a Buenos Aires a jugar junto a Marcelo Gallardo en River Plate, llevando el equipo al campeonato del Clausura 2004.

Un año más tarde volvió a su amado Universidad de Chile, donde jugó hasta noviembre de 2008. El año anterior Marcelo Bielsa lo convocó para jugar las eliminatorias a Sudáfrica 2010 y en un partido contra Uruguay anotó dos goles, alcanzando el rotulo de máximo artillero de la Selección del país austral con 37 anotaciones superando a su amigo Iván Zamorano, a Leonel Sánchez y a Carlos Caszely.

Recientemente en un partido disputado el 23 de noviembre contra Cobreloa, la Universidad de Chile ganó por 3-2, resultado que lo dejó por fuera de la semifinal del campeonato chileno, ese día el Matador jugó su último partido profesional, ya que luego de 5 días Salas anunció su retiro del fútbol debido a molestias en su rodilla.

Marcelo recientemente fundó un equipo el cual disputa la tercera división del fútbol de Chile llamado Unión Temuco, sueña con dirigirlo, manejarlo y con salir campeón para subir de categoría.

Seguro muchos amantes del fútbol extrañaran esa zurda que anotaba goles a sangre fría, que lograba que grandes y chicos le dedicaran un “chileeeeno chileeeeno” al unísono en el estadio de Núñez. Justamente ese estadio que fue ofrecido por José María Aguilar, presidente del Club Atlético River Plate, para ser la sede de su partido de despedida, que seguramente contara con estrellas de talla mundial que lo admiran. Ese mismo escenario donde Salas anotó dos goles en el Clausura Argentino 97 contra Vélez Sarsfield, donde el narrador Marcelo Araujo lo inmortalizó con el grito “Salas y River campeón”.

Sus goles serán difíciles de olvidar por muchos hinchas que sentirán nostalgia al verlos, gritos que no se repetirán por su eventual retiro, pero que seguro estarán presentes en su partido despedida.