Recordando el "Chumpigolazo"


Por: Mónica Amézquita


El 3 de abril de 1965, no pudo cantarse ningún ‘Chumpigolazo’. De hecho, en el Estadio Nacional de Lima, la selección nacional peruana cayó en un amistoso 1 por 0 frente a Paraguay. Pero ese día, antes los ojos de los espectadores, el “Granítico” Chumpitaz hacía su debut con la selección rojiblanca a la que daría tantas alegrías.


Cuarenta y cuatro años después de su debut con la casaca nacional, vale la pena recordar al crack del fútbol peruano. Las cifras son la muestra clara del talento del sanvicentino (nacido el 12 de abril de 1944 en San Vicente de Cañete): Campeón de la Copa América en el 75, Participación en los cuartos de final de los mundiales de México 70 y Argentina 78.

Héctor Chumpitaz, después de ese 3 de abril, tendría más de 100 partidos con la casaca nacional para demostrar su talento y destreza futbolera. Si bien “el granítico” mide apenas 1,68 conseguía saltos que desviaban las opciones más claras de gol. Era el defensa estrella, hábil con el balón, fuerte, dinámico, capaz de encarar a delanteros más grandes y más fuertes que él. Pero una de las destrezas que lo pasó al recuerdo eterno de los aficionados era su potencia para golpear el balón. “Chumpigolazo” era el grito de hinchas y la palabra con que los periodistas definían las anotaciones de “el granítico”, si bien con la camiseta nacional solo tiene tres tantos en la cuenta oficial, su actuación en los clubes peruanos e internacionales lo convirtieron en uno de los defensas más goleadores en la historia del futbol latinoamericano.

Y es que no puede hablarse de la selección nacional del Perú sin hablar de su eterno capitán. Héctor Chumpitaz además del centenar de cotejos con el equipo, fue su capitán durante más de 20 años. Fue protagonista de las hazañas más grandes de los años dorados del fútbol peruano. “El negro” fue la estrella de la recordada eliminación de Argentina al mundial de México 70 por parte del conjunto peruano. En el primer partido, los locales derrotaron 1 por 0 al conjunto albiceleste, gracias a una magnífica presentación del “Granítico”, quién en una jugada maestral eludió a tres contrincantes e hizo un pase preciso para la anotación final de Perico León. Ya en el partido de vuelta, en Buenos Aires, el conjunto rojiblanco logró un empate 2 por 2 que no solo lo clasificó al mundial, sino que exterminó las posibilidades de la selección Argentina.

Hoy, cerca de cumplir los 65 años de edad, el también conocido como “el capitán de América” sigue trabajando por la gloria del fútbol peruano. Ya no desde la defensa, sino desde su escuela de fútbol y trabajando con las divisiones inferiores. Sin duda en el fútbol peruano nunca pasará desapercibida la marca y el legado de Chumpitaz. Así como en el 65 fue recibido entre aplausos y durante su despedida en 1984 salió en hombros, hoy Héctor Chumpitaz sigue siendo una de las glorias recordadas con más cariño y simpatía entre los aficionados y jugadores peruanos.