La nueva casa de la Tricolor


Los cuadrangulares del fútbol profesional colombiano comenzarán en el mes de junio, y aunque los equipos paisas Independiente Medellín y Atlético Nacional estarán por fuera, su estadio, el Atanasio Girardot, si tendrá fútbol.

El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya: el técnico de la selección, Eduardo Lara y en especial los antioqueños, se encuentran agradecidos con la FIFA tras la aceptación de Medellín como sede del encuentro Colombia- Perú, por las eliminatorias al mundial 2010. La solicitud de cambio de plaza había sido presentada por el técnico Lara, quien no consideraba conveniente para sus jugadores enfrentar dos encuentros consecutivos en ciudades de la altura de Buenos Aires (sobre el nivel del mar) y Bogotá (2640 metros snm); de ahí que se haya buscado una alternativa de altura intermedia como Medellín.

Sin embargo, el Atanasio Girardot hace varios meses viene siendo un escenario desolado. Casi puede sentirse el frío de las graderias vacias y puede escucharse bien el eco de los pocos asistentes. El bajo nivel que han demostrado los equipos medellinenses se han encargado de ahuyentar a los seguidores del buen fútbol. Por fortuna las buenas instalaciones de la cancha de Medellín, convencieron a la FIFA de aceptarlo como sede de la selección cafetera, hecho que les devuelve a los paisas la ilusión de ver nuevamente un encuentro emocionante… y al Atanasio lleno.

Este estadio, inaugurado hace 56 años y con capacidad para algo más de 52.000 personas, ha sido casa de la selección Colombia de mayores en 6 ocasiones, aunque todas por encuentros amistosos, el más reciente el de 1996 ante Bolivia con victoria tricolor. El hecho de tener al onceno cafetero por primera vez jugando eliminatorias mundialistas en el Atanasio, se convierte en la oportunidad perfecta para demostrar los cambios significantes que se vienen realizando en el escenario deportivo, con el fin de estar en el nivel optimo de requerimientos; la ampliación del salón de prensa y la construcción de una sala para realizar pruebas antidopaje, son las adecuaciones más notorias.

Aunque los ajustes en infraestructura tardarán un par de semanas más, el ánimo de la capital de la monaña ya está en lo más alto, y las pretensiones por convertirse en la casa oficial de la selección Colombia no se han hecho esperar.

Por lo pronto jugadores, cuerpo técnico e hinchas podrán estar tranquilos teniendo la seguridad de que, aunque a 1.100 metros por debajo de lo habitual, Medellín estará a la altura para recibir a la Selección.

Por: Natalia García Muñoz
natym77@hotmail.com