Fútbol a lo chibcha.

Cuándo nos referimos a los hinchas del fútbol, pensamos en todos esos particulares personajes que asisten cada domingo a alentar a su equipo, que dentro del marco del deporte más popular del mundo son piezas fundamentales para el espectáculo del fútbol.
En Colombia, cada estadio, cada ciudad tiene su particularidad dentro de todo lo que rodea a un partido de fútbol.

Es imposible en Bogotá no consumir dentro del Campin el grasiento pero famoso palito de queso, que cada semestre sube de precio y se reduce en tamaño pero deja ese sabor característico al Campín. Cómo dejar a un lado ese tinto azucarado que bien puede ser acompañado por un Bom bom bun, o si usted lo prefiere está la famosa lechona, que quienes la comen admiten que está dentro de las mejores de la ciudad. Todo este menú es consumido por esos sobrios hinchas capitalinos que asisten al estadio de la 57 con el anhelo de ver a su equipo del alma.

En Cali, un domingo en el Pascual nunca puede faltar la belleza de la mujer caleña, con sus exuberantes escotes, que hacen distraer a más de uno del partido, tampoco una buena paleta de agua que seguro le ayudará para refrescarse del calor que se vive en las tribunas del estadio san fernandino.

Por los lados de Medellín, se puede encontrar una de las aficiones más fieles del país, se podría decir que es la ciudad más futbolera en cuanto a asistencia se refiere al remodelado Atanasio Girardot (es por esto que se ha convertido en una de las dos sedes de la selección Colombia), y después de una buena arepa paisa a la entrada del estadio, se disfruta una buena tarde de fútbol acompañado de la presencia de la belleza inigualable de la mujer paisa que al igual que las caleñas despiertan una que otra emoción extra a los asistentes al estadio
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En la costa, el folclor es un ingrediente principal de la fiesta futbolera en los estadios, ya sea en el Jaime Morón de Cartagena, en el Eduardo Santos de Santa Marta o en el mítico Roberto Meléndez de Barranquilla, los hinchas costeños estarán dispuestos a armar toda una fiesta en las tribunas, la cerveza y la butifarra son elementos claves para poder disfrutar de una tarde de fútbol en el estadio.

Por el eje cafetero el espectáculo del fútbol no se queda atrás, en Manizales, Pereira y Armenia el plan de ir al estadio no es ajeno a las personas de estas ciudades, y cómo ir al estadio y no probar el muy buen café que se puede conseguir en los corredores del Palo grande, del Hernán Ramírez Villegas o del Centenario.

El sombrero, la ruana, el agua aromática o el tinto siempre están presentes cada vez que el Pasto juega en la Libertad o el Chicó en la Independencia de Tunja, y a pesar de ser plazas con un clima muy frio, las aficiones hacen hasta lo imposible para que la calidez en las tribunas de estos dos remodelados estadios no esté ausente.

En Colombia la diversidad de climas y ambientes hacen que la fiesta futbolera se sienta en cada ciudad de forma distinta, pero sin duda con la misma esencia acompañar al equipo de sus amores y presenciar el deporte más hermoso del mundo, pasando un rato de diversión y con un legado que cada día se establece más en el país. Vivir el fútbol sin violencia.


Sebastián Heredia Ferro
sebastianheredia@hotmail.com